Page 105 - II Plan de Igualdad
P. 105

12. CONTEXTO CLARIFICADOR.




                  Para  algunas  personas  sus  madres  eran  más  resistentes  y  reivindicativas  en  salarios  y
                  derechos,  hoy  hay  cierta  sensación  de  retroceso  en  asuntos  de  igualdad  de  oportunidades

                  entre mujeres y hombres. En Elda, a este contexto social de pérdida de seguridad generalizada,
                  se añade un escenario específico en torno al ámbito laboral que suma complejidad al proceso

                  para determinar las vías de desarrollo igualitario que se pretenden.


                  Las  crisis  económicas  no  se  reparten  por  igual  a  juicio  de  las  personas  participantes  en  las
                  entrevistas y la desigualdad económica trae desigualdad de género. No porque la desigualdad

                  de mujeres y hombres tenga que ver con la clase social, sino porque la pobreza suele incidir
                  sobre aspectos relativos a la educación y la cultura de las personas a las que les imposibilita

                  acceder.


                  En el imaginario colectivo de Elda queda como una sensación de que todo pasado fue mejor.
                  Los  años  cincuenta  se  narran  con  una  llegada  masiva  de  personas  en  busca  de  una

                  oportunidad. Los años sesenta y setenta vienen descritos por algunas personas entrevistadas
                  como cierto bienvenido Mister Marshall o metafóricamente uniendo Elda, París y Londres en

                  una triangulación de ciudades europeas nos contaban. También, años más reivindicativos en
                  los que el campo de futbol se llenaba por conseguir algunos derechos o un tiempo en el que,

                  desgraciadamente, Teófilo del Valle Pérez murió en un episodio represivo tras una asamblea.
                  Años efervescentes.


                  Los años ochenta se comprenden como una etapa estable. “Todos tenían coche y apartamento

                  en la playa”, nos contaban en las reuniones, “no era extraño cobrar en una familia el sueldo de
                  la fábrica, del paro y el del trabajo en casa”. En los noventa sin embargo llegó un cambio de
                  paradigma, cierta regresión. Hubo alguna movilización para dar a las mujeres de alta en las

                  empresas pues en su casa lo ponían todo: luz, máquina, agujas… Ellas mismas.


                  El nuevo milenio se vive con una indignación tan precaria como el mismo trabajo que se realiza
                  en cualquier ámbito y lugar. Hasta dos mil once no aparece cierta respuesta organizada a nivel

                  nacional  que  acaba  traduciéndose  en  una  cifra  electoral  que  el  sistema  transnacional  de
                  mercado ha digerido sin demasiados problemas. Así, “hoy no es ya trabajar en casa sin ningún

                  derecho, hoy en la fábrica se trabaja doce horas con un contrato miserable y nadie dice nada.
                  Me dejo la piel para que mi hija salga de aquí y no trabaje en el calzado”, nos contaban.




                          II Plan Municipal de Igualdad de Oportunidades de Mujeres y Hombres de Elda
                          2017-2021

                                                                                                              105
   100   101   102   103   104   105   106   107   108   109   110