Page 84 - II Plan de Igualdad
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Elda necesita transgredir una inercia local y trasladar a sus ciudadanas y ciudadanos un
proyecto que compartir, en el que vuelquen sus esfuerzos, en el que crean y comprendan que
se puede encauzar una trayectoria personal junto al resto de conciudadanos. Y para ello el
papel de la Administración local se torna imprescindible mediante una planificación estratégica
que englobe las distintas áreas de gestión de la ciudad hacia su propia Ítaca común. Se
necesita, contra la resistencia de intereses y egoísmos particulares la proyección de la ciudad
hacia afuera para quien quiera venir a vivir o a invertir y hacia adentro, hacia su propia gente,
con una marca y una iconografía que motive a distintas generaciones bajo una identidad
macro que las describa, donde se puedan ver reflejadas unas y otras personas.
Alguna opinión escuchada era desesperanzadora, sobre todo cuando algunas personas
entrevistadas, venidas desde otras regiones españolas, insistían en algunos aspectos tallados
en algo personal de la población, de la zona, de la comarca, de la provincia. Entre las
resistencias a la igualdad en primer lugar está el trabajo en casa de muchas de mujeres, la
ocupación sin luz ni perspectiva.
Por una parte, está el carácter subsidiario de la aportación familiar de la mujer nos contaban,
una ayuda a los ingresos de la caja común de la familia. Así, lo laboral en femenino es un plus
no prescindible pero sí maleable, adaptable a las circunstancias de cada momento, a los
contextos económicos, a la situación de cada uno de los miembros de la familia. Adaptable a
todos excepto a una persona, a ella.
Ellas trabajan sin más, trabajan la casa, trabajo nunca reconocido como tal, y además suelen
trabajar el hogar, para una mayor desigualdad. Sin seguridad social, ni derecho a caer
enfermas, ni protección de riesgos laborales, ni paro, ni pensión, ni socialización, ni
conciliación laboral, familiar ni personal.
Se puede enfermar socialmente también. La contribución del trabajo enmarcado en la
economía sumergida afecta a la misma sociedad. Pan para hoy y hambre para mañana. Y sí
que hubo pan nos contaban, se vivió bien en muchos sentidos y con distintos ingresos. Bueno,
más allá de esta apreciación que se señalaba insistentemente, había una alegría momentánea
que no dejaba ver lo que vendría desde atrás. Y así se fraguó, más que una situación, un
sistema que persuadió, se aceptó y se compartió mayoritariamente y sin demasiada
fiscalización ni oposición.
II Plan Municipal de Igualdad de Oportunidades de Mujeres y Hombres de Elda
2017-2021
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