Page 83 - II Plan de Igualdad
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7. INERCIAS Y RESISTENCIAS.
Las políticas públicas son cosa de tres: la ciudadanía, la administración pública y la misma
ciudad, la gran olvidada en la mayoría de los estudios sociológicos. Estas partes están
conectadas entre ellas y retroalimentan, fomentan o desincentivan determinadas iniciativas.
Entre ellas todas las relativas a la igualdad de mujeres y hombres.
La parte positiva en la ciudad de Elda reside en su carácter acogedor, abierto y tolerante, en
ese ADN fundamentado sobre todo lo demás en una elección: la que hicieron una mayoría de
sus habitantes cuando decidieron en su día ir a vivir a esta localidad. A diferencia de tantos
municipios valencianos de interior agrícolas minifundistas, donde lo extraño siempre ha sido
que alguien se fuera o viniera, pocas ciudades, entre ellas la que nos ocupa, tuvieron un boom
demográfico asociado a su tejido productivo que abrió sus entrañas a los demás y por lo tanto
a nuevas formas de entender una misma realidad: la suya.
Aunque en una sociedad acogedora y tolerante, abierta y emprendedora, también existen
algunas causalidades que pueden significar una resistencia a la igualdad de mujeres y
hombres. La identidad, por ejemplo. Muchas personas llegadas sin lugar a dudas representan
una riqueza añadida, no lo entendamos al revés. Contra una endogamia resistente al cambio y
a cualquier progreso, Elda acogió a miles de trabajadoras y trabajadores en busca de un futuro
mejor. Pendiente queda que esas personas bienvenidas junto a las que estaban viviendo allí,
compartan sus intereses, sus proyectos, un futuro.
“Mi pueblo es…; Tu ciudad es Elda, llevas 40 años aquí” le decía una persona entrevistándose a
otra. “En Elda no hay casco histórico, no había la casa del abuelo que mantener, salir de ese
lugar significaba ascenso social” nos contaban también. Como el arquitecto Víctor Iñurria nos
dijo en una entrevista en cierta ocasión, para volar hay que enraizarse primero.
Una ciudad tiene que compartir una búsqueda, un motivo para lo que hace y promueve en su
conjunto; la ciudadanía en congruencia con su ciudad debe de tener un relato sobre
emociones y hechos, sobre lo pretendido y lo alcanzado, sobre el sentido y la dirección hacia
su futuro. Elda no tiene este trabajo completamente definido. Lo general parece sucumbir con
lo particular, en proyectos personales, en sálvese quien pueda en este duro contexto, con un
tejido social exiguo como muro de contención y con una canción de fondo de en otro tiempo
vivimos mejor.
II Plan Municipal de Igualdad de Oportunidades de Mujeres y Hombres de Elda
2017-2021
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