Page 90 - II Plan de Igualdad
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con la posibilidad de transacciones económicas muy limitadas. Esta diferencia de espacio y de
cuantificación se ha traducido, en la práctica, en la invisibilización de gran parte del trabajo de
la mujer. El trabajo doméstico del calzado se enmarca en este mismo razonamiento ‘informal’,
no en la profesionalidad, por lo tanto al margen de cualquier derecho y reconocimiento
político o social.
No es casualidad que esta discriminación se haya perpetuado en el tiempo. La reproducción
social es el proceso por el que la sociedad condiciona a otros individuos para que persista un
modo determinado de actuar en comunidad, a través de la cultura, las regulaciones, las
interacciones económicas, etcétera. Los principales motivos de la reproducción social del
trabajo informal de las mujeres en Elda se pueden circunscribir, por una parte, en que las
motivaciones económicas residuales que impulsaron a las mujeres a asumir un papel en la
economía sumergida continúan e incluso se acentúan: la situación de bajos ingresos en los
hogares conlleva que las mujeres se vean empujadas a trabajar fuera del hogar para completar
el salario. Sin embargo, la economía del municipio no está lo suficientemente diversificada
como para generar bastantes oportunidades de empleo para todas ellas como demandantes
de trabajo. La ausencia de alternativas industriales, agrícolas, comerciales, turísticas o
profesionales, genera que el empleo no-doméstico femenino se concentre en el calzado o en
los servicios domésticos sumergidos, que han mimetizado en gran medida el modus operandi
imperante en la localidad.
La informalidad del trabajo, además de por la persistente ausencia de controles laborales a la
producción, se da por reproducción social: con el fin de esquivar los controles en las industrias,
el empresariado fuerza, aunque sea de forma tácita o indirecta, a las empleadas informales a
trabajar en sus hogares o para talleres que tampoco las contratan, invisibilizando su trabajo y
relegándolo mayoritariamente al espacio tradicional (el hogar); ahí, las nuevas generaciones
ven al hombre salir a trabajar y a la mujer trabajar en casa, con lo que se asume como natural
una situación excepcional.
Cuando las mujeres jóvenes llegan a la edad adulta, se encuentran en una situación económica
en bucle (insuficiencia de ingresos en el hogar y economía poco diversificada), la misma
situación cultural (desvalor del trabajo doméstico, recelos a la contratación femenina en el
espacio público e coerción en los cuidados familiares y domésticos) y teniendo nociones
transmitidas del oficio de aparadora.
II Plan Municipal de Igualdad de Oportunidades de Mujeres y Hombres de Elda
2017-2021
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