Page 76 - II Plan de Igualdad
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4. INTENCIÓN Y REALIDAD.
Contemporáneamente y desde distintos grupos sociales, cierto activismo político y
determinadas personas implicadas personalmente en conseguir una igualdad de
oportunidades real de mujeres y hombres, trabajaron y trabajan contracorriente para alcanzar
algunas de sus metas.
Hace dos, tres décadas, el plano social estaba diferenciado del plano político en el sentido de
no identificarse unos objetivos comunes entre un segmento poblacional lo suficientemente
concienciado que reclamaba un cambio en pro de la igualdad y los gobiernos de turno que iban
a otra velocidad.
En el último decenio, y si nos apuran en el último lustro en determinadas regiones, ha
acontecido un cambio político bastante trascendente a nuestro entender: la política ha
incorporado la igualdad, junto a la participación, la transparencia y el buen gobierno, a sus
planificaciones estratégicas y a su retórica habitual. No sólo en España, en Latinoamérica hace
apenas unos meses que se está debatiendo con cierta asiduidad todo lo relacionado con la
igualdad y el liderazgo femenino (añadiendo el concepto de liderazgo se engloba a ciertas
personas no necesariamente motivadas por los aspectos relacionados con la justicia social) en
los medios de comunicación. La conceptualización desde una perspectiva de género también
ha alcanzado un alto grado de aceptación social, global y local, como nos señalaban desde la
asociación LGTB comarcal en una de las reuniones.
En la breve e intensa trayectoria democrática española, muchas de las personas que
activamente trabajaban en el ámbito de la igualdad han acabado formando parte del plano
institucional, en equipos de gobierno, organizaciones políticas, sindicalismo, etcétera. Lo que
ha acontecido es la imbricación del activismo comprometido con la igualdad con las
administraciones públicas. Este hecho, lo que ha significado en realidad es la provocación de
cierta bidimensionalidad que segrega la parte consciente, conocedora y comprometida con la
igualdad (activismo-administración) de otra bastante ajena al debate y con poca información al
respecto (una mayoría social).
Pero la retórica no se ha materializado en este tiempo de cambio, en el que el protagonismo
de la igualdad se acrecentó notablemente, en un significativo avance en el plano social. Las
causas de este pobre resultado pueden encontrarse, por un lado, en un desarrollo igualitario
en el plano institucional que ha sido ajeno o lejano en su confección a la sociedad en su
II Plan Municipal de Igualdad de Oportunidades de Mujeres y Hombres de Elda
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