Las pruebas analíticas se realizarán en las próximas semanas en diferentes puntos de la ciudad con el objetivo de detectar la posible presencia en las aguas residuales de sustancias químicas, como níquel y selenio, por encima de los límites legales
El Ayuntamiento de Elda, a través de la Concejalía de Medio Ambiente, realizará en los próximos días analíticas de vertidos en las zonas industriales de la ciudad, con el objetivo de comprobar y mejorar la calidad del agua.
La iniciativa de Medio Ambiente prevé la realización de 50 pruebas analíticas puntuales con las que se pretende comprobar los niveles de determinadas sustancias químicas.
En concreto, se trata de detectar y controlar la posible presencia de selenio y níquel en los vertidos, ya que se trata de dos sustancias que la planta depuradora de Elda no puede eliminar y en varias ocasiones se ha detectado su presencia.
Sarah López, concejala de Medio Ambiente, asegura que “estas pruebas se realizan de manera rutinaria y hasta la fecha no se habían realizado por la situación sanitaria, pero el objetivo es hacer varias pruebas analíticas en los próximos meses”.
La edil de Medio Ambiente recuerda que “Elda cuenta con una ordenanza municipal que regula de manera detallada los vertidos a la red del alcantarillado. En esta ordenanza, además de las normas de uso de la red de alcantarillado, se establece también las obligaciones que deben cumplir los usuarios, sean particulares, comercios o industrias, y las sanciones que se pueden imponer por el incumplimiento de estas normas y obligaciones”.
La Mancomunidad Intermunicipal del Valle del Viinalopó, entidad de la que depende la depuradora de Elda, ha anunciado la puesta en marcha de un plan para evitar los vertidos industriales incontrolados en los cuatro municipios de la Mancomunidad, así como la modernización de la planta depuradora.