Se trata de un conjunto de objetos cerámicos de gran valor histórico y artístico, algunos de ellos de estilo propio de la zona, conocido como estilo El Monastil
El Museo Arqueológico de Elda ha incorporado a su colección ocho piezas de cerámica de gran valor artístico de la Cultura Ibérica del yacimiento arqueológico de El Monastil, realizadas en hornos del siglo I antes de Cristo, tanto en Elda como en Elche.
Para la restauración se ha utilizado una técnica innovadora en el Museo Arqueológico, creando un soporte vertical que no general impacto visual y que permite contemplar y comprender las piezas de una forma más clara y sencilla.
Según ha indicado Rosa Vidal, concejala de Cultura y Museos, “las piezas restauradas son auténticas obras de arte representativas del estilo ilicitano y del propio de la zona, conocido como estilo el Monastil”.
A este respecto, Antonio Poveda, Director del Museo Arqueológico de Elda ha destacado que “ya desde los años 70 se habla del “Maestro del Monastil” y, de hecho, sólo en el yacimiento de El Monastil se han encontrado los hornos cerámicos”.
Han sido 8 las piezas de gran valor artístico de la Cultura Ibérica de el yacimiento arqueológico de El Monastil, que con el pertinente permiso de la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana, se han podido limpiar y restaurar gracias al trabajo realizado por la restauradora Eva Mendiola.
Una de las principales piezas, de estilo El Monastil, es un kalathos o forma denominada Sombrero de Copa, que muestra multitud de elementos decorativos fitomorfos, vegetales, que junto otros elementos geométricos, completan una espectacular escena, donde un caballo es seguido por el perro del pastor o domador de caballos, que aparece levantando en una de sus manos la fusta o vara usada en la doma, es una obra de arte pictórico muy escaso en España.
Otra de las obras restauradas, de estilo Ilicitano, es otro kalathos, de grandes dimensiones, que presenta una gran águila de alas extendidas, rodeada de elementos vegetales, sobre todo rosetas y tréboles, y geométricos, en ocasiones esta figura representa a la diosa de la Naturaleza, de la Vida y de la Muerte.
La tercera pieza, también del estilo pictórico y tipológico Ilicitano, se trata de un gran carnassier o lobo fantástico acompañado de otro pequeño cuadrúpedo, ambos rodeados de una frondosa y abundante vegetación, además de elementos geométricos y dientes de lobo. Se trata de una nueva pieza no conocida hasta ahora, que amplia la riqueza y variedad de la importante colección de cerámicas pictóricas ibéricas que procedentes de El Monastil, se exponen en las vitrinas del Museo de Elda, que cada vez son más visitadas para conocer el arte y la historia de los íberos del valle de Elda.
Hay que tener en cuenta que este museo es el que junto con el de La Alcudia, en Elche, el Municipal de Alcoy y el propio MARQ de Alicante, custodia y expone el más importante grupo de este tipo de cerámicas, verdaderas obras del arte vascular ibérico.